Una de las grandes innovaciones que ha aportado el programa informático para clínicas desde que se ha producido su expansión en las entidades de la salud es la inmediatez. Por mucho que los gráficos detallados, los vídeos en tiempo real o las bases de datos personalizadas hayan supuesto un importante progreso en las clínicas, lo que está cambiando el día a día de las empresas es la inmediatez de las comunicaciones y del acceso a documentos.
Ni en sueños un médico hace 30 años podía imaginar que el resultado de una analítica podía estar en sus manos en cuestión de minutos. Pero ahora es todo visto y no visto gracias a la manera como se interconectan distintos profesionales alrededor de un mismo software. ¿Magia? Por supuesto que no: progreso.
La inmediatez en el día a día de los profesionales médicos
No podemos obviar la realidad: queremos inmediatez en nuestro trabajo y para nuestro negocio. Las tareas que se puedan agilizar siempre son bienvenidas, dado que eso permite que los profesionales de las clínicas depositen su atención en otros aspectos de su día a día que les aportan mayor valor. Desde el momento en el que instalamos un software especializado en el entorno del negocio de salud que gestionamos o en el que trabajamos, los procesos se vuelven más ágiles. Como base fundamental, todos los miembros del organigrama están conectados.
Los historiales clínicos de los pacientes, los bancos de pruebas y las estadísticas o gráficos pasan a estar compartidos con sus debidos niveles de seguridad. Si un profesional de determinado departamento está tratando a un paciente al que también le están atendiendo en otro de los departamentos del centro, tendrá la posibilidad de ver los informes cruzados sobre su historia médica.
Y lo hará sin tener que esperar la comunicación entre departamentos, sin solicitar permisos explícitos, dado que ya estarán otorgados de manera digital y con la máxima inmediatez. En este sentido se produce el efecto de que en el mismo periodo de tiempo se puedan atender más pacientes y casos distintos. Y eso en medicina es imprescindible si queremos potenciar el negocio al máximo.
Diagnósticos más rápidos
Pero más allá de la eficiencia, a lo que favorece la inmediatez que proporciona este tipo de software es a realizar diagnósticos con una mayor rapidez. Tal y como mencionábamos antes, décadas atrás habría sido impensable imaginar que los resultados de una analítica podrían estar en manos del especialista en tan breve espacio de tiempo. En estos momentos el tiempo de espera es mínimo. Una vez el doctor ha determinado que el paciente necesita un análisis de sangre, la orden llega al departamento correspondiente y se realiza la extracción.
Las muestras obtenidas del paciente se trasladan de inmediato al laboratorio, quedando registro de la parte en la cual se encuentra el proceso, y desde ahí se analizan al instante. Los resultados se informatizan de manera directa, puesto que la propia maquinaria ya trabaja en conexión con el software para que, incluso a medida que se van introduciendo los valores, los especialistas que están en el otro extremo puedan acceder a la información.
Y el laboratorio, una vez finalizado su trabajo, informa al médico de la disponibilidad de los resultados. En este momento, el doctor no solo tiene los resultados en su mano, sino que el software ha generado gráficos de control cruzados con pruebas precedentes que formen parte de la historia, proporcionando una información visual rápidamente entendible que se puede compartir con el paciente o utilizar en el diagnóstico.
La gran ventaja del programa informático para clínicas
A fin de cuentas, esta inmediatez salva vidas, facilita a los pacientes el periodo de dolor o de sufrimiento, y consigue que todas las piezas que juegan una parte activa en los procesos de diagnóstico cumplan con su cometido de una manera más eficiente. Son aspectos a los que los especialistas y los doctores se acostumbran con rapidez y que, una vez miran atrás, no comprenden cómo hasta entonces podían trabajar sin el uso de este tipo de programas informáticos.
Se puede decir que en ocasiones la realidad supera a la ficción y aunque a los médicos del pasado estas ideas les habrían sonado a un futuro imposible, actualmente son el pan nuestro de cada día. Sin el software clínico, no hay progreso y somos conscientes de que lo mejor está todavía por llegar.